Amor, te imagino mirando a la nada…
En espera de quien ya no está,
Haciendo celosías de palabras para buscarla
Con el sabor que tan bien ella escanciaba,
Haciéndote poeta y caballero de mil batallas…
Y mi alma llora si no puedo secar tus lágrimas…
Yo no quiero ser ella, a la que tanto amas,
Porque suplantarle no resuelve nada,
Pero te escucho, y escucho que nadie te abraza
Y deseo estar donde estás ahora con el alma
Y no tomarte en el regazo y darte calma…
Ni siquiera molestarte cuando mires a la nada
Pero sabes que cuando recuerdas a quien amas
Siempre es bueno alguien a los pies de tu cama
Donde velaría tu sueño mientras descansas
Y te ofrecería café cuando despertaras...
Pero nunca solo, amor… aquí está tu Diáfana…