Silenciaré mis palabras, es tarde
las estrellas se adueñaron del cielo
y envuelta por el pasado, otra tarde,
me ha robado el tiempo con su anzuelo.
No piensen por favor, que soy cobarde
mis alas se han cansado ya del vuelo
de sus virtudes callan el alarde
y hoy buscan su regazo por consuelo.
De a poco se ha habituado mi conciencia
a ver entre las sombras su presencia.
No tengo a quien contarle mis verdades
Tal vez abra mis ojos a otro día
y aún pueda escribir una poesía
que cuente sin dolor, mis soledades.