28 de marzo 2018
La primera vez con una chica y quería que fuese con ella, y así sucedió. No fue tan exacto pero lo que pasó aquella noche me encantó, fue en el baño de una discoteca llamada la embajada; cuando lo hacíamos pensaba en esas canciones lésbicas donde me hacían sentir en aquellos vídeos musicales.
Entramos a aquel baño de esa discoteca, nos miramos mientras reíamos y nos ganó las ganas de juntar de nuevo nuestros labios haciendo que el calor de nuestros cuerpos creciera con el pasar de nuestros besos, cuando siento que sus manos desabrochan mi jean y introduce sus dedos en mi vagina haciendo que la excitación creciera aún más por mi cuerpo, ella ya tenía fuera sus calzones y como tenía un vestido era mucho más fácil introducir mis dedos suavemente por su vagina para empezarla a excitar aún más mientras oía como se quejaba del placer. Era tan excitante ver esa mirada llena de placer que tenía aquella noche dónde liberaba esa pasión en besos ardientes y que con su agresividad de momento utilizó sus labios carnudos para llegar a mi vagina y introducir su lengua en ella; la excitación y adrenalina que sentía es inexplicable, mientras sus manos tocaban mi trasero y su lengua la movía sin parar; trataba de que mi gemido y el de ella no fuera tan fuerte para que nadie nos interrumpiera porque estábamos pasando un momento de sueños.
Bese y chupe sus senos mientras tocaba su trasero, la pegue bien contra la pared y baje a su vagina para empezar a intentar llevarla al cielo con mi lengua experimentando en su vagina. Sentía como le gustaba y eso me hacía bien volví a sus labios que tanto me gustan para que con un beso me llena de excitación... Ella se tiró en el piso era algo incómodo pero lo bueno es que estaba limpió porque no era aún utilizado por los demás así que aprovechamos para hacer lo nuestro, la jale hacía mi para que debajo de la puerta no nos llegasen a ver mientras yo estaba concentrada introduciendo un dedo en su vagina y lamviendola para que tuviese más placer.
Luego decidimos irnos de hay porque las ganas de desnudarnos ya se apoderaban de nuestro ser y no era un buen momento adecuado para seguir con nuestra nueva experiencia.
Quedé con ganas de más, de sentir sus labios, su cuerpo cerca del mío, sentir su calor y excitación que le hice causar y al fin hacerla mía como ella me hará suya...