Francisco predicó el amor al lobo,
hondas palabras llenas de ternura,
y compartiendo el pan con mucha holgura
suplicó al animal que fuera probo.
Que dejara el pecado vil del robo
cambiase su maldad con la cordura,
que siendo honrado Dios el bien procura;
y el lupus asentía con arrobo.
-Eres salvaje por naturaleza,
mas no hagas nunca daño al ser humano;
junta tus patas y conmigo reza.
-Y has de saber que para ser cristiano
tienes que dominar tu cruel fiereza.
\"En el hombre pensó y lloró el Hermano\"