De pronto empezaron a caminar y desaparecieron
Levanté la mano para que supieran yo estaba aquí
Con la simpleza con la que me miraban antes de ti
Levemente movieron la cabeza, se desvanecieron.
Entonces comprendí que no era a mí a quien ellas deseaban
Era a ti y a través de mi pluma te hacían el amor
Aunque proclamo mi inocencia y ellas sin ningún pudor
De amor a desprecio, de ganas de errar a culpa cambiaban
Quedo inerte, pensando, en medio del juego entre tú y las musas
Sólo puedo sentarme en el pasto y escribir para ti
O decidir que al fin se vayan y olvidarme hasta de mí
¡Emociones cambiantes!... dependen de las palabras que usas.