Christian Polon, era un geólogo, fue muy educado en su entorno familiar y más aún tuvo la suerte de estudiar, lo que muchos no podían. Fue a investigar al extranjero a investigar sobre unos fósiles históricos en la parte del oriente de Europa. Y ganó muchos premios por esa investigación geóloga, sabía muchas cosas y secretos de la ciencia, de la geología y de nuestros antepasados históricos. Cuando se fue por el camino de la radio, y llegó a hacer su primer turno radial en la emisora am. Cuando él, Christian Polon, charlaba con la gente era muy divertido y además muy serio, era una combinación perfecta. Pero, llegó Leónfilo a su vida como un gran y único discípulo que Christian Polon tenía fé de que él quería aprender y no haber hecho lo que hizo. Christian Polon, se aferraba a las preguntas sin interés que le hacía Leónfilo y sí, además de sentir la perfección de esas preguntas tan exactas como tan precisas para saber que sí puede que exista Dios, se dijo Christian Polon. Christian Polon, no sabía si creer o no en Dios, si decir que es ateo o un cristiano, no sabía en verdad. Cuando Leónfilo llegó a su vida, él tenía la vida deshecha y él Leónfilo lo ayudó muchísimo con sus preguntas a ser un verdadero cristiano. Cuando Christian Polon era un buen hombre, pasivo, tranquilo, y hombre de mucha paz, se le notaba en su voz y en su manera de ser. Pero, Leónfilo, con un radio sonoro y magnético con un diente de marfil y un caracol conectado a la radio am, siempre sintonizaba a Christian Polon y él Christian Polon le hablaba desde su cabina de radio siempre perfecto. Incluso Leónfilo se creía que era Dios. Un Dios inteligente, muy exacto con sus interrogantes, y más aún él Leónfilo le cree todo y que es todo un Dios. Pero, nunca se imaginaba que todo terminaría en un vil y sangriento asesinato. Que Leónfilo lo habría matado por envidias, por ser él Dios, o por no saber que Dios existe como no puede existir. Sólo la ciencia lo sabía todo, y Christian Polon era uno de ellos. Era un científico apto, con experiencias, y vivencias y más aún sabía que todo termina porque todo lo de Dios tiene principio y final. Pero, él no sabía lo de su muerte sino un adivino que persigue a esta clase de gente. Y se cree es el mismo que le habló en la pesadilla a Leónfilo. Es un adivino que se encarga de hacer adivinaciones, que lee las cartas, el tarot y es un viejo astrólogo, y que sabía del final tan incongruente para Christian Polon y claro está para el que lo seguía desde la otra línea a Leónfilo. El adivino lo interrogan y les dice de todo. Cuando llega a la parte de que si Leónfilo creía que era un asesino él le dice que sí. Entonces, todo el Negociado de Europa de Crímenes vá y está en busca del más buscado: el cura Leónfilo. Y habló sí, Christian Polon con Leónfilo en Europa. Ninguno de ellos sabían quién era quién totalmente, cuando de repente se formuló aquella pregunta entre Christian Polon y Leónfilo, que si, -“¿Dios es hombre o mujer blanco o negro?”-. Y que si Dios era mujer y negra, pues él era hombre y Leónfilo se creyó que él era Dios. Bueno, y sucumbió en un trance de dolor, disgusto, de estafa, de un fatulo Dios. Y fue que entonces, al colgar la línea del sonoro magnético con que él hablaba con un tal Dios yá estaba en sus adentros los cortocircuitos de la línea e hizo un estruendoso ruido y fue que por mediante la línea mató a Christian Polon. Decidió no recordar más el suceso, y entonces se marchó y partió de Europa hacia el occidente. Donde la nueva iglesia para Leónfilo era nuevo rumbo y dirección para él continuar su labor de caridad con los feligreses. Y se supo que fue buen cura todo el tiempo en que ejerció su labor como cura. Y se entregó el cura con el Negociado de Crímenes de Europa. Hizo una llamada desde occidente y se entregó el cura a la policía. Extrañado el Negociado Europeo por esa llamada, hacen que lo arresten en occidente en la dirección que él Leónfilo les indicó dónde se encontraba. El frío inerte, denso y más frío que en otra temporada arropa con su gélido percance a todos por igual. Está nevando y es tan frío que la vida se desliza por cualquier camino o senda resbalando por el camino solitario y ambiguo y tan continuo. Cuando el álgido viento hace de lo suyo, neva con friolenta nieve y hace perder muchas cosas en la ciudad nevada. La protección a la vida es lo primordial para poder subsistir de ese tiempo tan nebuloso y brumoso. La policía yá sabía de todo. Pero, aún así, se dice que el frío nevado vá a seguir su trayectoria hasta que acabe la temporada. Llega la policía a la iglesia en occidente, esta vez, es en verdad, que arrestan a Leónfilo porque su vil y sanguinario asesinato en Europa, cerca de la cabina radial de Christian Polon. Leónfilo, asustado, agitado el corazón, y con temor del horror que él cometió sin darse cuenta ni percibir el instante en que mató a Dios, sino que era el científico Christian Polon. No se espera a que ocurra lo contrario la libertad es cara como caro es poder vivir en paz. El cura revela toda su vida y más aún todo lo que aconteció en un laboratorio creado y hecho a la manera de él Leónfilo para poder comunicarse con un tal Dios. Esta vez, el que sale aquí mal es Leónfilo, nunca creyó ni pasó por su mente que lo que ocurrió en Europa iba a ser trascendental en su vida. Y más aún que iba a parar en la prisión a causa de la muerte de algún semejante. Leónfilo como responsable y cura de la iglesia más visitada dominical de la región, se entrega en su iglesia y decide que dará la cara por ese crimen horroroso que él mismo no sabe que cometió. Cuando el comisario de occidente lo investiga e interroga no vé culpabilidad alguna, pero, aún así, se desespera en saber el final o el proceso a qué iba a ser investigado. Desde Europa exigen cárcel para él, desde que sale culpable por las grabaciones hechas desde su hogar o laboratorio a Christian Polon a su cabina radial. Se cree que el cura es fanático de Dios, y que su fanatismo lo llevó a crear, sí, ese laboratorio magnético de sonoro transmisión desde la estación de am. Llueve como el frío en la piel en cada quién. Nieva como el cielo es denso y frío y de tenue luz. El fanatismo hacia todo un Dios, se convirtió en extraña convicción de creer en un sólo Dios, y no en la verdad de que nadie por más creyente puede hablar con Dios directamente sino a ser mediante una oración. Y por más que se cree en Él, se sabe que Dios es invisible. Cuando el cura dijo todo lo que sabía al respecto del laboratorio técnico preparado para conversar con Dios, contra todo aquello que ellos creían se quedaron patidifusos. Es más llamaron a Europa la autoridad de occidente. Y casi se aclara todo, menos algo, el estruendoso momento en que Christian Polon cae al suelo con la parte de la cabeza ensangrentada por el cortocircuito que percibió desde la línea de Leónfilo en la cabina radial. Y se hizo un asesinato allí con todo lo vivido, estudiado y más aún con vivencias y con aquellas preguntas que quedarán siempre presentes entre sus seguidores y Leónfilo. Y fue que aquellas ondas sonoras afectó al oído de ambas partes. Y Leónfilo no lo sabía y es libre hasta que se compruebe lo contrario. Entonces, se fue a su iglesia hasta que vé otra vez a Kira la que él confiesa todos los martes. Cuando la vé sabe que fue ella la que hizo todo por descubrir, pero, en su corazón no hay maldad, él en su interior sabe que Dios hizo una adivinación en un sueño y le dijo que Kira era una detective. Entonces, los dos caminan cerca de la iglesia en busca de la dulce y fría tentación, por los dulces cerca en la heladería.
Continuará.................................................................................................................................................