Ella sería una solución...
a este sentir de estar como muerto
en vida.
¡Oh, no, esto ya ha dejado de ser vida!
Vida tenía cuando tú estabas a mi lado.
Ahora te has ido y estoy desesperado.
No estando tú, me siento falto de todo,
la solución sería eliminarme de este lodo.
Este barro humano en el cual me siento.
Quisiera dejar de vivir para hacer a un lado este tormento.
¿no me ayudarías tú a reemplazar
este momento, con tu sentimiento?
Sé te estoy solicitando demasiado.
De todas maneras, te has ido de casa disgustada.
Pero ambos debemos reconocer,
que uno ha estado mal con el otro...
sólo nos hemos separado físicamente,
hasta que tú te repongas de tu enojo.
No hemos solicitado ni tocado el tema divorcio.
Solamente hemos discutido por bienes materiales.
Nuestro nervioso estado de ánimo,
el de ambos, nos encaminó a hablar
qué es lo que te correspondería a ti,
en el supuesto caso que nos separáramos.
Me opuse a ciertos bienes,
sin siquiera saber nada de leyes.
Todo comenzó por el tema infidelidad
Nunca te he sido infiel
ni siquiera con el pensamiento,
y mi bronca de ese momento
te hice cargo de una infidelidad,
que ahora te digo, fue una falsa
calumnia de mi parte.
Cuando estemos más calmos, hemos de reunirnos,
no puedes desaparecer, como arte de magia,
sin que vuelvas a encontrarte conmigo.
No me hagas cometer una locura...
Tengo mis momentos impulsivos, abruptos...
pero sabes que cuando me calmo,
no soy un mal tipo...
debo frenar, serenarme...
y a veces me resulta algo difícil.
La lluvia está amainando.
Ahora en este preciso momento,
no quiero ni siquiera escuchar música.
Ahora estoy en un total silencio...
contemplando el ambiente...
que me acompaña en mi soledad.
Me siento algo mareado,
puesto que he bebido sin haber comido nada.
Una de las tantas ignorancias que tenemos
los hombres cuando no tenemos
a nuestra esposa al lado.
Las parejas a veces, estando bien o mal,
pero juntas, a veces es como si quisiésemos
evadirnos un poco uno del otro.
Y cuando estamos distanciados,
como nosotros en este momento,
siento la necesidad de que estés junto a mí.
Extraños seres a veces somos los humanos.
Insisto en mi loco pensamiento...
no me hagas cometer una locura...
Tú no serías la culpable de ella...
en realidad sería parte de mi locura...
tratar de desaparecer de este mundo,
por no tenerte a ti...
¡qué precipitado soy!
¡cuántas cosas aún debo aprender
de los comportamientos humanos...!
no llego a comprenderme a mí mismo...
hace un momento quería suicidar,
borrar de este mundo...
pero en ese momento no he tenido
en cuenta todos los momentos de felicidad
que he tenido... estando tú a mi lado.
Los malos momentos a veces me llevan
a tomar determinaciones drásticas,
aunque me considero un hombre pacífico...
Lo he pensado y te lo he dicho
en voz alta: no me hagas cometer una locura...
Sí, en realidad sería parte de mi locura,
sin ser tú la responsable de lo que hubiese
podido llegar a hacer...suicidar...
No tengo que permitirme sea ésta,
mi última noche de vida.
He de proponerme tener paciencia...
desde ya me lo propongo...
debo sacar de mi mente,
la idea de mi eliminación de vida.
¡Y yo que siempre me he creído
un hombre de fe...!
Lo he sido, ¿verdad mi Dios?
lo he sido y he de seguir siéndolo.
Amigo mío del alma,
dame calma, dame la paz que estoy perdiendo...
Déjame continuar teniendo fe...
La he amado hasta la locura...
¿Por qué dejar de amarla ahora,
cuando más sé que la necesito?.
Debo creer lo que hasta hace un momento no creía.
Me había olvidado de ti, Señor.
Me comporté como un egoísta,
también yo he tenido mi culpa
de que ella me haya abandonado.
Pero conozco su alma.
Volverá... sé que muy pronto ha de volver...
Tú Señor me haces volver a tener
en toda mi alma, la de ella...
Quise matarla también,
con mi loco pensamiento del suicidio...
debo obligarme a tener la valentía
de seguir viviendo...
he de recuperarla...
estaremos juntos nuevamente...
Lo aseguro, haré hasta lo imposible...
volverá, sí, ha de volver...
y nuevamente nos hemos de prometer amor,
para toda la vida...
me ayudarás Señor, y mi promesa he de cumplirla,
hasta que llegue el momento
de mi último día de vida...
y hasta después de ella...
Derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto - 26/09/2013)