El gran juicio ha empezado
Que se ponga de pie el impetuoso jurado
¿De qué se acusa al culpable?
De un plan idiota haber fraguado.
Suena el martillo sobre la mesa.
La gente murmulla sin ojos y sin boca.
Es una culpa silenciosa,
Un jurado que disfruta la tortura.
¿Cómo ha caído en esta calamidad?
¿Cómo es posible que no se vaya a librar?
¿Será que una cadena perpetua tendrá que ir?
¿Será un juez y jurado infeliz?
Es el alma de la corte la que reboza
Tristes las personas sin ojos se miran.
Nadie dice nada en este tribunal.
¿¡La pena de muerte será!?
El acusado mira despavorido.
Los oficiales la puerta no han de cuidar.
Viene otro malhechor malherido.
“Así es como vas a quedar si llegas a escapar”.
La amenaza ha sido clara.
El corazón se desgarra en pedazos.
Son sueños que vuelan al jurado.
Durmiendo el sueño de los justos se ha privado.
El tiempo yace inmutable.
El martillo nuevamente ha de sonar.
Se te ha sido declarado culpable.
La gente sin boca y ojos comienza a llorar.
Se oye el festejo del jurado.
La policía te ha de apresar.
No existe llave maestra de esta cárcel,
Pero pronto un sueño será.