Un día que mire allí donde no había nada, sentía como me rendía y me quedaba sin ganas,
la confianza de los que se quedaban y de mi esperaban, con el color que entraba por las ventanas
Era que todo se aclaraba.
Me dieron a escoger, entre el cielo o un mar, entre el sol o un pedestal, entre un frasco o un ritual
y yo opte por mi corazón cerrar, de los caminos que me mostraron el que se podía volar, era el que
Me disponía estar.
Y donde el arte se mostraba, y allí es que danzaba veía como los espejos por mi lloraban, las carcajadas
De los otros espejos, así veía como los espejos por mi danza me apremiaban, algunos que allí estaban
Con los premios me tocaban.
Si las manos me sonrieran, y las sonrisas me cantaran, y los cantos me miraran no como los pensamientos
Me observaban, escogí otra puerta por donde salir, donde el dolor no me tocara, allí voy con la curiosidad, allí
voy con el despertar.
Mi batalla se perdía e incertidumbre en mi es lo que sentía, que miedo tengo y a mi misma me veía como por
Dentro me destruía, y si me escondo en la oscuridad? y si escogo la magia del polvo de la felicidad? No pierdo
nada con tratar.
Por favor sacame de aquí, como puedo escoger? Mientras me arrastraba por el suelo unas sonrisas apretaban
ese día mi cuello, y las manos dejaron de sonreír, y las sonrisas ya no cantaban por que ahora me gritaban
y los pensamientos me mataban.
En medio de la oscuridad, ya cuando volvía a respirar, alcance a un espejo poder mirar, roto, sangriento, con
un nuevo despertar, que me mostraba los secretos de allí estar, y me decía quien era el verdadero enemigo
Que allí debía dejar.
En ese día que allí ya no danzaba, que las manos ya no me pegaban, donde ya no se me premiaba, allí donde
aposté la esperanza que me quedaba, aprendí que no era escoger de la nada, que aun así mi vida por poco
terminaba, yo solo tengo el poder de convertir lo mejor de mi de la nada.