Recuerdo que al llegar ni me miraste
Fui solo un más de cientos de rosas rojas
Sin embargo, tu diste el paso
Con temor, yo sola me fui alejando…
Pero con un toque de misterio
Me acogiste entre tus brazos
Con temor de que me escapara de ellos.
No quería volver a ser la misma de ayer
Esa que simplemente
Dejaba que tu aroma se impregnara en mi ser
Como una droga que, en vez, de darme dolor
Solo brindaba placer.