Lucho por tallar respuestas en la dura roca que no se inmuta ante nada, por un amor que perdure todo el tiempo, para que siempre viva en el sueño más dichoso de la vida.
Lucho porque sonría y muestre las curvas más hermosas de su cuerpo,su sonrisa blanca, sus ojos curanderos.
Amo el despertar de su presencia con la que llueve toda esencia que adormece. Adoro el palpitar de la vida que sus palabras paralizan, que no carecen de nada y dicen todo.
Clamo por tener yo que cuidarla, comprenderla, adorarla y así oir la melodía de la mujer que hace que todo florezca al canto duradero.
Lucho por tener que ver el crecimiento más hermoso de la vida, por despertar junto a él, nutrirnos y amarnos.
Sin poder tenerlo, sueño con todo esto, y sin quererlo ella, marchitaré con este pensamiento turbio a un costado de la flor que me regaló la vida.