La luz se hizo
tenue, la nube
quedó y tapó la
luna, me besaste.
Nublaste mi mirada,
mis sentidos,
galoparon fuertes
y recorrí un
sin fin de colinas
que me estremecían
entera.
La luna volvió a salir,
estaba brillante
la noche, las estrellas
se fundieron en tus
ojos y una chispa
encendiste en mi
corazón que poco
a poco y gentilmente
descubrió un vértigo
inesperado y se tornó
en una bella mañana