Cada día guardo un recuerdo de ti,
Lo atesoro y lo acaricio
Y después
lo vuelvo a guardar para al siguiente día
volverte a recordar.
Pero hoy,
en mi rutina de echarte de menos,
Me he dado cuenta de que ya han pasado cuatro años desde nuestro último encuentro.
Cuatro años sin hablarnos,
sin vernos,
sin mirarnos,
sin tan siquiera odiarnos.
Sin darme cuenta, el tiempo lo ha dejado todo atrás.
Ha borrado todo rastro de lo que fue
y lo que pudo haber sido…
Nuestro recuerdo vive en mi mente,
Lo mantiene vivo y lo alberga de esperanza.
Pero se difumina en el horizonte,
A causa de la distancia.
Vuelve pronto a mi vida,
Que esta maldición llegue a su final,
Que no sean cuatro años más…