“Tarde”
Descendía la tarde y una luna de estío
Asomaba trémula por entre los nimbos
Los cuerpos se reconocían ávidos
Las almas crepitaban encendidas
Las miradas escudriñaban las calles
En busca de aquellos añejos ojos pardos
Las sienes refulgentes del tiempo vivido
A sabiendas de la dísona realidad
Solo, en un sombrío lugar lo hallaría
Esperando que algún día, al fin
Supieran estar…