Mujer, mujer, a que te dedicas tú,
cuando no estas atormentando un alma,
alma que no puede defenderse de tus miradas.
Un alma atrapada en tu aroma,
que es tu mundo de codicia y arrogancia
que alimenta tu ego y destruye tu alma.
¡Desconozco a esa mujer!
una simple sonrisa te envolvía el alma
pero le daba respiro, ahora quiere más.
¿Dónde quedó esa sonrisa? la cual me envolvió,
esa sonrisa, sencilla y arrulladora
¿quién sabe? Espero volverla a ver.
Escrito: 19/01/2018