Frio que carcome, que rasca,
muere por entrar y corromper;
frio que como, que me empacha,
que huele a menta y sabe a chocolates.
Frio en mi vientre y en el aire,
entumece mis dedos, los quema,
sustrae mi nariz, mis sentidos,
me envuelve en esa sábana negra
casi muerta..
En cambio, esa calidez tangible,
burlona y hermosa,
vuelve y vuelve y mira, emociona,
duerme conmigo y en mis sueños,
sabe qué sueño y qué detesto.
Calidez que disfruta y se enoja,
que siente,
calidez hermosa y que lucha aún más,
por ser ese aura de mil imágenes
que fuerza mi corazón..