Verano Brisas

INVITACIÓN

No he sido rey ni guerrero;

no he visitado lujosas residencias

ni a ningún jefe de Estado.

Jamás me invitaron a cenar

al Tour d’Argent de París

o al hechizante palacio

de algún magnate petrolero

en los Emiratos Árabes.

Desconozco las artes del glamour,

las convenciones aristocráticas,

porque mi vida es sencilla

y sobria como una esfera.

 

No obstante, cualquiera de estos días,

mientras beso tu rostro iluminado,

voy a invitarte a compartir conmigo

el exquisito bouquet de un viejo brandy

cautivo en dos cristales de fino baccarat.