Me quede en los linderos
de tu corazón,
conocerte me hizo
especial ilusión,
siento la sin razón,
de este cabeza
de melón;
el no dormir me dejo
más insulso
que el amigo de “Leoncio”,
“Tristón”,
y como no merezco tu
absolución,
te deseo la felicidad,
con especial tesón,
y que encuentres
una persona que por ti,
sienta admiración.