El espíritu de Jezabel
anda rondando por doquier.
Hay una cacería queriéndola someter,
los hombres están formando
línea para poder besarla,
para comprobar que es ella..,
la infiel desvergonzada y al fin ejecutarla.
No la besan por deleite –
no vaya usted a confundirse, le dirán,
¡Esto es cosa de deber y de moral!
Hay que repudiar ese ánimo audaz
que anda en las calles formando envoltorios,
sacudiendo nidos de frialdad y
alborotando de pasión a los hombres de la ciudad,
sin respeto a la moralidad.
Pobrecitos hombres,
el espíritu de Jezabel los continua perturbando,
llegan a sus casas latosos y frustrados
y con sus sofrías señoras quieren desquitarse.
Como fieras salvajes les quitan la ropa,
la muerden en el cuello,
les jalan por el pelo,
las tiran a la cama,
la besan con tirria en el alma.
No entienden lo que está pasando
sus cuerpos han sido embrujado
por un espíritu de pasión y brío
y de sus casas ha sacudido el frio de la sensatez,
a sus mujeres les hacen el amor dos y hasta tres veces al día,
Sus prudentes esposas están llenas de algarabía,
pues parece que el espíritu de Jezabel ha traído alegría.
A ella le imputan el nombre de Jezabel,
A veces me pregunto ¿Por qué?
¿Sera, que es, porque viven bien?
La miran de reojos
pero todos quieren ser de ella su antojo,
que ellas los mire, que los bese y los mime,
que dejen que ellos la toquen y quitarse el morbo
que ella les provoca con sus juiciosas mujeres.
©LeydisProse
9/25/2018
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