Era un ser siniestro, un pária
sin nada que le atara, bebía
raptaba mujeres, las mataba,
había visto \'\'El perfume\'\', le
impactó, dijo, eso haré yo.
Empezó a matar sin control, casi
eran crímenes perfectos, paso a paso
hizo perfumes como lo vio en el cine.
Tuvo un fallo, se enamoró de verdad de
la que iba a matar, no la ató, ella se escapó
le denunció, lo buscaron, lo encerraron.
Encontraron en el laboratorio escenas de
lo más macabras, un día de la cárcel se escapó,
pero lo encontró el esposo de una de las que
había liquidado, lo asesinó con sus propias manos.
Lo juzgaron, alegó que lo hizo en defensa de su esposa.
y de las que mató, estuvo dos años preso, luego fue
a la vida normal devuelto, pero el criminal pagó por ello.
La luna es testigo de todo, no solo de ver a los
tortolitos, también vé a los asesinos, y se horroríza
de los actos impuros de los llamados \'\'seres humanos\'\'
que a veces causan tanto daño.
CUENTOS Y RELATOS A MEDIANOCHE PARA ADULTOS