Considero, mi amor, como un festejo,
el mejor de mi vida cotidiana,
el acto de mirar por la mañana
tu imagen reflejada en el espejo.
Imagen reflejada que cortejo,
palomo zureando en tu ventana,
y en tu pelo, plumón que la engalana,
tejo mis noches y mis días tejo.
Retrato vivo y pluma engalanada
con los que me remonto y sobrevuelo
las nubes y tu cabellera meso.
Con tu memoria impresa, en mí grabada,
mientras, preso en la tierra, toco el cielo,
beso tu imagen y tus labios beso.
Gonzaleja