La soledad es la única verdad entre tanto desengaño
y donde nace la culpa de toda la pena que amarga,
la que duerme contigo en esas noches tan largas
y la que apaga tus ojos con el paso de los años.
En mi piel no ha perdurado el calor de unos brazos amigos,
ni siquiera el amor ha perdido jamás mucho tiempo conmigo,
quizá el pasar del tiempo se borre siempre con olvido,
quizá es que a nadie le importe si estás o ya te has ido.
Recordarte para mi fue como apagar el fuego con el frío,
llegar a casa desnudo cada día y vestirse de vacío.
Recordarte para mi fue hacer el equipaje de todo lo perdido
y de aquellas pequeñas cosas de ti que aún guardo conmigo.
Aún percibo el aroma de tu ausencia en el aura de la gente,
como una sensación extraña que se filtra en el ambiente,
una esquina doblada, una hermosa bahía de noche serena,
donde el mar ilumina sus olas con la luz de noche buena.
Hoy se arrugan todas esas huellas que regresan del pasado,
ya nada es como antes pero tengo todo el tiempo que me queda
para superar la oscuridad con el amor que tu siempre me diste
y porque vivir sin ti me enseña la luz para poder redimirme.
La lluvia lavara el camino y toda esta congoja para siempre
y aunque el dolor y la angustia se pudran aquí en mi vientre
correrá por mis venas el amor de esos años que estuve contigo,
recuerdos que hoy perduran sin ti y que tornan del olvido.
Ocsirnaf
a 26 de Septiembre de 2018