A media mañana, paseando …
sentía, desde el cielo tus ojos en mi,
y me senté debajo de tus recuerdos,
el viento decía tu nombre,
y el corazón con un fuerte dolor,
me impedía respirar,
los ojos se humedecieron,
me los limpiaba,
para que nadie me viera llorar,
pasaban a mi lado y me miraban raro.
Un colibrí enfrente de mi, aleteando,
me pidió el alma ….
sentí como el tiempo se paro,
recogía mis lagrimas,
se las guardaba en sus alas,
son para ella me dijo,
que también llora,
y así con las dos regaremos una flor.
P.M Pedro Monroy Gemio