Ha naufragado mi memoria en la inmensidad de tus recuerdos
Entregado al oleaje de tu figura,
La espuma de tu imagen arriba y parte en una mirada
Tu sombra de muchacha núbil confunde el celaje y el crepúsculo
Y en el naufragio de tu mirada, tu rostro se transforma en flor de cerezo
He quedado a merced de tu matriz oceánica, abismal y misteriosa
Sublime de azul profundo.
Piélago donde fallecen mis besos abrazados a tu seminal humedad
Minúscula anémona soy ante ti, flotante en las aguas de un mar sin destino
Contemplo a la distancia un faro, como señal de vida ante el ultraje del olvido
Amándote estoy, tembloroso, ante el fulgor del relámpago
Buscando la arena para recalar en tu pecho