a veces ...
florece de los sueños tristes
una vida que quiera galopar
en las puntas de las ramas,
escaparse del tablero de ajedrez
y esperar en la espera
que se olvide de esperarla.
a veces...
el cielo tan solo tiene tejas
y esquinas dobladas en las hojas,
como transeúnte de sueños
que cosechan heridas
y libros con letras de espuma.
a veces...
duelen las palabras de las flores,
sus silencios inseparables,
los caminos de contradicciones
y esos efímeros espejos de los días.
a veces...
se deben desabrochar las calles,
soplar las hojas del árbol seco
y que los días chorreen sus penas,
como topos de tristezas,
hasta que se escurran por los desagües.