S.S.M.

Por una familia lucha el jornalero

Vuelven los jornaleros de sus prisiones

En las tardes de cadáveres y nubarrones

Una sonrisa fina les alivia sus dolores

Esposas, hijos y nietos de sus amores

Alegran el horizonte tiznado del trabajo

Y por quienes ellos mueren en los tajos

Las dulces señoras les dan sus bienvenidas

Para ellos son las mitades de sus vidas

Preparan las cenas, ellas no tienen horas

El descanso no es conocido por sus ombligos

Borran con el agua caliente el sudor maloliente

Y se desprenden del cansancio cerca de su gente

Esperando la sirena de la prisión mañanera

Se duermen abrazados a sus compañeras

Y aún hay mal nacidos que dicen que no merecen

Que tengan unos años de reposo hasta sus muertes.