no fue suerte la mia,
ni siquiera fue eso que llaman destino;
solo Dios quiso cruzarte en mi camino
y unir tu vida a la mia.
desde entonces hasta este dia
con orgullo puedo decir
que tu eres la razon de mi existir
y la que ilumina mis dias.
no fue casualidad
tampoco un azar del destino
solo se que asi estaba escrito
que tu serias mi felicidad.
y cada dia tu me haces feliz
con tu dulzura, con tu ternura
y con tus besos su sabrosura
me dan un motivo para vivir.