José Luis Barrientos León

Esperanza

Qué sería de mí, si mañana, vacilante, lleno de duda me encontrara

Y si un día mi amanecer no vistiera de luz

Y si al clarear la mañana me descubriera como isla abandonada en medio de la mar

Y si los Dioses del destino me ocultasen de su fulgurante esplendor

 

Dónde estará mi coraje, donde en su pretérito arrojo se agotaron mis fuerzas

Y si acaso me convirtiera en piedra, hundida en territorios de olvido

Y si acaso me erigiera como titánico volcán, rugiendo en valles de la nada

Regreso a ti esperanza, como tierno territorio de riachuelos y lagos

Heme aquí promesa, floresta colosal de sutiles orquídeas lujuriosas

 

Llegas a mi confianza, como susurro policromo de aves y cigarras

Rumbos nuevos se descubren entre calimas y maizales

Brisas, vientos y ciclones impelen mi proa hasta mundos remotos

Me alejo de ti duda, de tus inciertos augurios

 

Levo mis anclas de tus mares tenebrosos y latitudes inesperadas

Oteó el horizonte para contemplar la huella de hombres libres

Plácido me deleito del libérrimo canto del jilguero

Y en la extraña isla nueva de la fe y la espera

Abrazare por siempre a los hombres puros, benevolentes de alma buena