\"El juego inicia en la pista más dura, donde el verdadero rival reside en tu corazón.
El juego transcurre en los laberintos de una mente en tensión a flor de piel.
En una dimensión oscilante, donde se confunden las debilidades del oponente.
Siguiendo las reglas del propio instinto, que aprende a golpes de bolea, desafiando la concentración.
Donde el punto de quiebre, se oculta al acecho, bajo un aparente escenario de confianza y juego limpio.
En un silencio envolvente, tan denso que amortigua los impactos más rápidos.
La derrota, una realidad de la mente, es la señal de alerta, como un revés en tu camino al triunfo.
El juego termina cuando, em ambos lados de la red, se repira en sincronia, pues conquistaron sus propios retos.
Brindando a la victoria el sudor, que celebran sus aplausos.\"
(miquel puigcorbé)