Silenciosa
soplo aquel coral ronco
mientras el Sol de la noche
contempla ese ancestral alarido,
sordo y quejumbroso,
de color aguado y sumiso que
niega la matinal neblina,
de tu alma que añora.
Es una senerata,
un eco que me llama y arrulla,
Amor en pena...
El candor angélico de tu voz
se pierde en esa tormenta
de sentimientos contradictorios,
(amor, odio, recuerdos y añoranza).
Cristalino estás o de ciego ópalo,
vestido...
tiemblas,
embestido de sombras,
palpitas extasiado...
Qué arrullo de los océanos te llama?
los mares glaucos?
o las sirenas que acompañan tu llanto?
O las mareas que cantan
de forma extraña sus voces del recuerdo
enmohecido por el inexorable
Tiempo, que permiso nunca pide.
Tu nombre se pierde en nuevos y soleados horizontes
y ya casi no lo recuerdo..
Muros, piedras , rùstica arena
te subyugan o enamoran...
pero ya nos separan..
Sumégete ya en el Olvido!
Sumérgete ya en la Nada!