Estando allí sentada, sin poder moverme demasiado...
Alguien se me acercó y me dijo:
Estás grandecita para caerte, no te parece?
No le conteste ninguna palabra, solamente sonreí...
Y pensé,
\" Para caer no necesitas estar grande o pequeño, necesitas estar en movimiento\"
Al paso de los días, mejore notablemente y estuve caminando sin muchos inconvenientes,
Mi corazón sorprendido por mi pronta recuperación, sintió envidia de mi piel y su capacidad para sanar, anhelaba también sanar con esa rapidez sus heridas... pero era lento.
Mi piel riéndose le dijo en tono de burla,
¡corazón, corazón, ten cuidado con esa lentitud, vas a terminar parado!
Y mi corazón le dijo, es verdad que soy lento, pero no tonto.... No me voy a parar por eso.
Todos sanamos a una velocidad distinta.
¡Buenos Días!