¿Cuántas veces he deseado
la violación de mi piel al dialecto
extranjero de desunión de afecto
que en mi triste existir es tratado?
¿Cuántas veces me he esforzado
en ese cariño que por desnudo defecto,
se me ha tratado como a un insecto?
¿Acaso soy hombre desfigurado?.
La mujer desnuda me manda a paseo,
me viola y se confirma mi derrota,
no quiero ver la realidad pues la falseo.
Mi cuerpo está en bancarrota,
y la Señora que me habla en hebreo
acabo, al fin, volando como una gaviota.