Me distraje, contigo,
siempre contigo
y por tu culpa, que hoy es la mía,
tengo los ojos y el cuerpo húmedo.
Viste llover,
viste rodar cada gota,
desde mis cejas, hasta mis pies.
Tuviste la respuesta,
en la punta de la lengua,
para parar la tormenta
pero fuiste un trueno,
que abrió aún más el cielo.
Te pareces tanto a ti,
que probaste jugar aquí,
no cariño mío, no era así.
Sigo buscando las palabras,
que te justifiquen,
y una sombrilla que me abrigue.
Hoy, a esto me dedico,
porque contigo,
aún hay nubes,
que me cubren,
fuiste un tormento,
y no, cariño mío, no hay derecho…