yito

Con Otoños

 

Primero fue un rumor, casi distante

perceptible tan solo en el  sosiego.     

Un susurro en el medio del levante

letanía piadosa de algún ruego.

 

Prosiguió su runrún con paso andante

encendiendo la chispa de aquel fuego

que alimenta ese viento que es constante

cuando sopla el urgido por el ego.

 

Negando la virtud de la concordia

fue sumando sus voces, la discordia

alabando al señor de los infiernos.

 

Sonreían los dioses de la guerra

pues mi sangre escribió sobre su tierra.

Se anuncian  con otoños, los inviernos.