Dicen que el renacer llega en septiembre
Para eso he de morir primero
Han de acabar los días y las noches
Ha de terminar el dolor
Mas es en este instante
En el que empieza la agonía
Donde el cuerpo desiste
Y el corazón se rinde
A las perpetuas longevidades
Del incestuoso averno del alma
La noche cae solitaria
Los astros se extinguen lentamente
Hoy el amor me incinera
Como a Juana el inquisidor