BEADEBAIRES

ÉL

ÉL (L M)

Sus besos,  su cuerpo, su voz…

Es la droga más peligrosa que probé.

Trato de pintar retratos en mi mente

Sólo para borrarlo de mis recuerdos.

Todo es inútil, todo es en vano…

Cuando duermo, se mete en mis sueños

No existe un momento en el día

Que no aparezca la intención de buscarlo

Pasan los días, los meses, los años, la vida...

Y  la tentación sigue ahí, todo el tiempo

Mi abstinencia a su aroma es tan peligrosa

que lucho con todas mis fuerzas

Para no sucumbir y lanzarme a su búsqueda.

Intenté acurrucarme en otros brazos…

convencerme de haberlo superado,

pero el fuego que él provoca no se apaga

Dejó su marca grabada en mi alma

dejándome vacía e insensible la piel

a otras caricias, a otros labios…

Es sólo él, siempre él, eternamente él…

Y su amor es letalmente venenoso

Sé que no puedo arriesgarme a caer

pero en las noches aparece su imagen

Como un demonio provocándome…

Y ahí me veo entonces, sonriendo

Como una tonta adolescente recordando

cada instante feliz que vivimos,

olvidando el infierno de los malos

Imaginando un cruce casual por la calle

Un saludo inesperado, el brillo de mis ojos,

el latir de mi corazón descontrolado delatándome

y  una reacción en él tan similar a la mía…

Entonces reacciono e intento disipar mis fantasías

entre lo inocente de ese encuentro

Y la lujuria que podría desatarse luego.

La noche es cruel, el silencio es cruel…

Porque su amor es mi tormento

Porque… es sólo él, siempre, él

Eternamente ÉL