\"Aprendí, que el primer paso no es un movimiento, sino el anhelo por querer avanzar.
Con una fe invisible a los ojos, porque sabe desandar el camino, marcado con señales que ha dibujado la inteligencia que nos respira.
Construyendo puentes que nos salven del precipicio de la confrontación.
En un estado neutro, a favor de todo y contra nada; pero nunca suficiente ni definitivo.
Como el agua, indivisible en sus distintos estados; abriéndose paso implacable, paciente.
Siempre creando una nueva belleza, que altera el medio, sin destruir.
Es recibido, como un refugio en la tormenta, como inhalar para luego exhalar.
Aprendí, que el siguiente paso, se funde en tu herida, cuando mi tiempo ya no es mi tiempo.\"
(miguel puigcorbé)