Francisco Urrea Pérez
Sentir delante un camino
cuando todos los caminos quieren otros pasos,
y los andares ambulan por el verdín de las memorias
Sin abrazos que vadear
hacia la orilla que no me no espera
las horas ya no me buscan y tampoco tienen prisa
y el amor de mi existencia sigue, por allá, en viejas góndolas
sin sed de nuevos vientos
más bien, amontono inviernos para cuando me fusile el desierto.