Soy un mar lleno de peces para ti.
Echa tus redes.
Atrapa el más brillante.
No temas.
La profundidad de mis aguas no traiciona.
Es clara como el cielo azul.
Tómalo entre tus manos.
Acarícialo.
Aprisiónalo.
El temblor de su ansiedad agónica
será un canto de cisne ante tus ojos,
la vida que te ofrezco.
No lo dejes ahora.
Aprieta más.
Comparte sus espasmos.
Naufraga en mis corrientes.
Tus redes me alivian,
me dan la libertad de tu presidio.
Tus redes que deseo.
Tus ladronas redes que capturan
mi soledad, mi desazón, mi pez.