( !Oh Neruda, que grande eres¡)
He querido a ese sol después de una tormenta,
he querido a la luna después de un día intranquilo.
He querido a mis hijos en parejas sin ellos.
He querido el recuerdo y he querido el olvido.
He querido a mi madre que inició mi destino,
He querido a la vida, siendo mi desafío.
He querido a la muerte, ya que al fin es mi sino.
He querido las ubres de una mujer dispuesta
y he querido su lecho, aunque me deje hastío.
He querido a mi Dios en los ancestros mios
y a veces al demonio que tropezó conmigo.
He querido al dinero que me sirvió de nada
y después de gastarlo me interesó un comino.
He querido a la gente que me vé y no me mira
y he querido sus odios rastreando por los mios.
He querido lo rudo y acunado ternezas
Quiero las cosas grandes porque he sido pequeño.
Pero también gigante.
He querido los cánticos y también los chillidos.
He adorado la música y consentido el ruido.
Pero más que otra cosa, la ausencia de sonido,
el silencio total, es para mí, cariño.
Yo siento que soy triste, yo siento que he querido.
yo siento que los dias pueden ser un martirio,
yo siento que he querido y siento que aún yo quiero
y seguiré queriendo.
Mas siento que el amor, la dulzura y la paz,
son formas de rechazo, de hiel y desafío.
Yo siento que soy hombre, que soy amo y esclavo,
que soy ardiente a veces, pero también muy frío.
Yo siento que soy fuerte y frágil cual rocío
y que transito a veces con ruido y con sonido.
Y que mantengo a veces la crueldad del destino
Y la bondad patente de un gran patriarca antiguo.
Qe soy negro y soy blanco, que soy profano y rito
Y siento que el silencio es el único amor
que comparto yo mismo.
y decir sin palabras: Yo siento que he querido.