Pasan cuarenta años que
para el mundo son segundos
se nos ha encallecido el cabello
no queda casi nada del joven bello
hemos sobrevivido a la vida
y a la muerte con la fe
del vagamúndo.
Cuanto sol y cuanta lluvia
ha caído
Cuanta lágrima y cuanto
juego
Cuanta risa y cuanto
ruego
Antes de conocer el amor
y después de perdido
Yo a esta altura
solo vivir quisiera
sin reloj ni calendario.
De vivir no tengo hartura
aunque mañana supiera
que ya no anotaría nada
en mi diario.