Anoche tecleaste mi rostro y mis sentidos,
tus manos de pianista - dedos de filigrana de agitación desnuda -
estremecieron el ángulo agudo de mis deseos
junto a la resplandeciente ventana azul de luna
y los sueños desdoblados en el fanal de la esquina
Mis manos recorrieron tu bronceada suavidad descalza
mientras afuera giraba el mundo sin sentido,
los barcos zarpaban de los puertos de la noche
partiendo las olas de nuestra intimidad temprana
Entre la frágil penumbra de mi secreto espejismo
y la luz mezquina de la noche empañada por la bruma
eran tus besos briznas de rocío absortas en los pétalos
como lágrimas de ilusión buscando la corola de los tulipanes
Recostada sobre mi timidez te hablé de mis delirios,
de mi inmensa ansiedad por la obsesión de perderte
entonces reíste con la agudeza del viento matutino
sobre un río musical de notas de cristal líquido
Después
la brisa de tu cuerpo cubrió el pudor de mis sentidos
junto a la resplandeciente ventana azul de luna
y los sueños desdoblados en el fanal de la esquina