Juan Román Iglesias Rosario.

Memorias.

Le temo a la mentira…

Al artificio malévolo de la hipocresía.

Me alejo de la espada, y de la lengua,

del veneno ponzoñoso de donde brota la simiente corrompida por su esencia.

No quiero que te acerques ser de malsana mirada, y de crudos escrúpulos…

¡No te atrevas ni a soñarle!...

¡Aléjate eternamente inicuo!

Ve, refúgiate en el limbo de tu conciencia y,

espera…

Espera atento, a que llegue tu escarabajo…