Sólo en las apacibles estrofas
Que no han sido heridas de tiempo
Descansan las certezas más temidas,
Hilos silentes de la verdad.
Sucumben lejanas las estrellas
Lejos de los apremios,
Ya sus destellos han abandonado lo imprescindible.
Cuando todo haya fenecido
Sólo perdurará tu belleza en los contornos olvidados,
En tanto yo, sólo me inmortalizaré para recordarte.