Tu voz.
Dejé que saliera el silencio: quería hablarte;
mis palabras callaron, estaban tan pesadas y nerviosas
que se quedaron escondidas. Tú hablaste.
Tu voz tenía la fuerza de un volcån en erupción.
Me sujetó la memoria.
Todavía recuerdo tu voz.
Mi cuerpo estå lleno de tu voz.
Windsor, 30 de septiembre del 2016.
Autor: Tibaldo Borjas Guarucano, Maracaibo-Venezuela.