Soy el poeta callejero,
escupiendo palabras en la pared,
pisando la mierda por usted,
pensando en el prisionero.
Estoy helado y sin compañía,
cagando versos de astronomía,
enfadado en la ciudad de la cobardía,
todo es vanidad e hipocresía.
La ciudad es puro paganismo,
cemento de insulto sin piano
paseando en la cultura del ostracismo.
Del cielo contaminado y tirano
ya asqueado me digo a mí mismo:
\"poeta,en la ciudad eres un enano\".