Entre tus pasos
y mis huellas
hay un espacio vacío
donde conviven el amor y el miedo.
Donde el amanecer de los días abrazados
- que sin ser -
destierran la sonrisa
y escrutan la fe de los amantes.
Donde una vez más
el cielo se sostiene entre tus ojos
mientras lloran los rincones del alma.
Donde nace una última lágrima
que no soporta el peso
y dos bocas se acercan susurrando,
“hay que luchar de nuevo”.
Entre tus pasos
y mis huellas, allí
donde viven los sueños.