¿ Por qué llevan ropa azul esos hombres
que corren por las calles del pueblo
pegando tiros?
Ya se sentía pintor de tierras
y cielos, el niño visionario quería
desentrañar el universo, con sus
elipses, sus espirales infinitas,
superficies lunares llenas de olivares,
alma de la geometría en movimiento,
creaba poliedros que parecían obra
de precoz ingenio, rostros trabajados
con raíces en la tierra, en la tierra que
habitamos, jardines que son benditos
oasis que en el corazón llevamos.
Pero Diego aquel niño de ochenta años
tan buen discípulo del otro gran Diego,
se nos está yendo, cuando tiene
algún momento de lucidez
le dice a su leal compañera,¨Estoy cansado
de estar muerto¨. Allí está inmóvil, postrado
consolado por su mujer y sus últimos cuadros
y poliédros.