Alma atormentada

Gaditana, pienso en ti (Rima CXII)

Ahora te recuerdo

con esta elegía,

no me siento bien,

por faltar a la palabra mía,

dejarte pesar,

para mi es una agonía,

te escribo versos con

premeditación y alevosía;

chiquilla gaditana quiero

que te rías,

que aquella tristeza

se transforme en alegría,

que la risa te haga tener

agujetas, desearía;

por dejarte sin

vivacidad aquel día,

me ha caído la maldición

de la “bruja avería”,

una sonrisa tuya

me bastaría,

y este malestar

se atenuaría,

pues ahora soy monje

recluido en una abadía.