Saramago.
Las palabras desafían el misterio.
Una lluvia fina conmueve la ciudad.
Lo veo pasar con la justicia salvando palabras.
Camina en silencio.
Pienso para mis adentros “se va José”
Estreno un adios con mi pensamiento.
Luego las noticias y la vida no esconden la tristeza.
Pero yo lo veo pasar indefinidamente por el filo ardiente de la perpetuidad.
Se estrena en la otra vida, fulgurante y feliz, como las palabras en el alma de los poetas.